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En esta ruta proponemos cruzar de oeste a este y a pie los 7 kilómetros que tiene de longitud el cauce del Rio Turia, partiendo desde el Parque de Cabecera, donde se encuentra ubicado Bioparc València, hasta llegar a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se ubica el último de los 17 puentes del rio.
El recorrido, que cuenta con un tiempo estimado de realización de 1 hora y 20 minutos, es recomendable hacerlo paseando por dentro del propio cauce del Rio Turia. De esta forma, aprovechamos la ruta para poder disfrutar del mayor jardín propiamente urbano de toda España, que cuenta con ni más ni menos que 110 hectáreas de bosque y de vegetación que lo convierten en el pulmón de València.
Además, el cauce del Rio Turia dispone de un gran abanico de posibilidades, especialmente para los deportistas, ya que cuenta con grandes zonas para practicar el running, campos de fútbol, campos de béisbol, campos de rugby e, incluso, un skatepark, además de un gran número de parques infantiles entre los que destaca claramente el Parque Gulliver.
Puente Nueve de Octubre
La primera parada dentro de este recorrido por los puentes que cruzan el rio, la conforma el Puente Nueve de Octubre. Este puente fue construido entre 1986 y 1989 bajo las directrices de, por aquel entonces, un desconocido Santiago Calatrava. Esta pasarela despierta la atención de los que la cruzan por sus formas y por las cuatro figuras abstractas que decoran sus entradas.
Este puente recibe el nombre de Nueve de Octubre porque ese fue el día en el que Jaume I el Conquistador consiguió entrar a la ciudad de València en el año 1238, tras la rendición árabe.
Puente de Campanar
La segunda estación del recorrido por los puentes del Rio Turia de la ciudad de València nos lleva hasta el Puente de Campanar, y sirve de unión entre la Avenida Pérez Galdós y la Avenida del Maestro Rodrigo. Fue edificado entre 1932 y 1937 y, en su origen, sirvió para conectar la ciudad con el poblado de Campanar.
El ingeniero municipal, Arturo Piera, fue el encargado de dirigir la construcción de este puente, de diseño muy sencillo, que tuvo que ser reconstruido en el año 1958 después de la gran riada que experimentó el Rio Turia en 1957.
Puente de Ademuz
Posteriormente, nuestro trayecto nos acaba llevando al Puente de Ademuz. En su origen, este puente recibía el nombre de Puente de las Glorias Valencianas pero, posteriormente, fue renombrado adquiriendo su nombre actual, que se debe a que esta pasarela conecta Gran Vía Fernando el Católico con Avenida de Pio XII, desde donde se puede acceder a la carretera que se dirige el municipio valenciano.
El puente de Ademuz fue edificado en el año 1958 por el ingeniero riojano Carlos Fernández Casado, produciéndose su inauguración oficial el 23 de diciembre de 1963. Las columnas que sostienen la pasarela reflejan una incisión justo en la mitad de sus troncos para transformar cada pilar en dos pilares unidos por una rotula para aligerar el peso que soportan las zapatas de sustentación.
Puente de las Artes
Es una obra del arquitecto británico Norman Foster, el mismo que se encargó de la edificación del Palacio de Congresos. La plataforma fue estrenada a finales del año 1990.
Presenta un diseño bastante propio y característico, pero el tono grisáceo que colorea sus muros le hacen un flaco favor en el sentido estético. Recibe el nombre de Puente de las Artes porque esta plataforma conecta el barrio de Marchalenes de València con el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
Puente de San José
Se trata de uno de los puentes con la historia más dilatada de la ciudad de València. Existen indicios de que, desde el año 1383, ya existía un puente de madera localizado en la misma zona que ocupa la actual pasarela, aunque, la construcción actual en piedra está datada entre 1604 y 1607, bajo la idea de Jerónimo Negret y de Sebastián Gurrea.
El puente, que dispone de trece arcos a sus pies, contaba con esculturas de San Luis Bertrán y Santo Tomás de Villanueva realizadas por el escultor Jacopo Antonio Ponzanelli en el año 1693. Estas estatuas fueron retiradas en 1906 cuando se procedió al ensanchamiento del puente, y posteriormente depositadas en el Museo de Bellas Artes de València, hasta que finalmente fueron trasladadas al Puente de la Trinidad.
En la actualidad, en la pasarela se puede observar una escultura de San José producida por Octavio Vicent con una inscripción que reza: “Las fallas a su santo patrón, Valencia 1951”. Esta plataforma fue construida justo en frente al convento de San José y Santa Teresa y del antiguo Portal de San José, derruido en 1868, y que dan nombre a este puente.
Puente de Serranos
Existe constancia de que hubiera un puente en este mismo lugar en la antigüedad pero, el actual, fue construido entre 1518 y 1550 por la Fabrica de Murs i Valls debido a que, las constantes riadas que se producían, y sobre todo la de 1517, destruían todos los puentes de madera y de mampostería edificados.
El puente de Serranos es obra de Juan Bautista Corbera, maestro de la ciudad. Consta de una antigüedad que lo coloca como el segundo más viejo después del Puente de La Trinidad.
Esta plataforma, que actualmente conecta el barrio del Carmen con el barrio de Morvedre, sufrió un proceso de reforma en el siglo XIX donde se produjo una ampliación que dio lugar a un espaciosa explanada ajardinada conocida como Alameditas de Serranos y que ocupa el espacio que existe entre el Puente de San José y el Puente de La Trinidad.
En el año 1538 el puente fue decorado con dos casilicios, pequeños templos al aire libre que guardan una imagen religiosa. Uno de ellos, denominado de la Santa Cruz, fue elaborado por el propio Corbera y por el imaginero Juan Gilart y retrataba la cruz patriarcal de la próxima Iglesia de San Bartolomé. El siguiente fue depositado en el año 1670 y representaba a San Pedro Nolasco.
A día de hoy el puente no luce ninguna de estas obras escultóricas porque durante la invasión francesa en el año 1809, los ciudadanos decidieron derruir las piezas para que no pudiesen ser utilizadas para colocar artillería por el ejército galo.
Su nombre tiene como razón de ser que está ubicado muy próximo a las Torres de Serrano, puerta por la que entraban en la ciudad los viajeros provenientes de la comarca de Los Serranos. Desde el año 2012 el Puente de Serranos es totalmente peatonal.
Puente de Madera
Se conoce que en este lugar hubo un puente realizado parcialmente en madera que era utilizado por los pasajeros que llegaban desde la actualmente conocida como Estación de Pont de Fusta (Estación de Puente de Madera), hasta la riada del año 1957.
La plataforma fue reedificada tras esta catástrofe y para ello se utilizó hierro y hormigón, la cual cosa no impidió que siguiera siendo conocido como el Puente de Madera. La reestructuración del tráfico que derivó de la peatonalización del Puente de Serrano provocó que se volviera a construir un nuevo puente sobre el mismo sitio en el que se encontraba el anterior para canalizar el tráfico.
El Puente de Madera, que conecta el barrio de Morvedre con el barrio de La Seu, se abrió a la circulación el 18 de febrero de 2012 y fue construido por el arquitecto valenciano José María Tomás Llavador. La arquitectura de la plataforma es simple y funcional, con muy pocos remates debido a los tiempos de crisis que vivían durante su construcción.
Puente de La Trinidad
El Puente de La Trinidad, ubicado cerca del Monasterio de La Trinidad, lo cual da sentido a su nombre, se constituye como el puente más antiguo de todos los que cruzan el Cauce del Río Turia. Fue construido entre 1401 y 1407 para sustituir a otro de madera que había en el mismo lugar.
Esta plataforma, que fue la primera elaborada a partir de piedra sillar, fue edificada por el ingeniero Mateu Texidor. El puente volvió a sufrir una reconstrucción tras la riada acontecida en el año 1517, la cual fue llevada a cabo por la Fàbrica de Murs i Valls.
De estilo gótico, el puente estuvo decorado desde el año 1722 con unas obras escultóricas formadas por pequeños templos casilicios que albergaban las figuras del mártir mozárabe Bernardo y las hermanas mártires María y Gracia, que fueron dañados durante la Guerra de Independencia y totalmente destruidas en 1823 por causa del ataque de los carlistas a la ciudad.
En el año 1942, las figuras de San Luís Beltrán y Santo Tomas de Villanueva que fueron retiradas del Puente de San José y resguardadas en el Museo de Bellas Artes en 1906, fueron recolocadas en este puente.
La plataforma, que conecta la calle Alboraya con la calle Salvador, está formada por diez grandes semicírculos apuntados de carácter gótico y dispone de dos escaleras que se usaban para bajar al río y que fueron restauradas en 2009 ya que estaban semiderruidas.
Puente del Real
Se tiene constancia que desde el año 1332 se han ubicado diversos puentes en el lugar en el que hoy se localiza el Puente del Real, que recibe ese nombre por la proximidad al Palacio del Real al que servía como acceso.
Esta plataforma tuvo que ser reformada en varias ocasiones a lo largo de la historia debido a las riadas que lo asolaron en años como 1340, 1406, 1427, 1445 y 1590. Fue a partir de la catástrofe de este último año cuando las autoridades se percataron de la obligación de reconstruir el puente, pero esta vez en piedra para evitar situaciones similares.
El puente comenzó a ser levantado alrededor del año 1595, y fue terminado 4 años después, cuando tuvo lugar el casamiento entre el rey Felipe III y la Reina Margarita de Austria en la Catedral de València en 1599. El Puente del Real fue decorado entre 1676 y 1699 con dos casilicios, uno dedicado a San Vicente Ferrer y otro dedicado a San Vicente Mártir.
A partir de este momento, tanto el puente como las figuras que lo engalanan, sufrieron modificaciones y reconstrucciones, como el adecentamiento elaborado por Bautista Pons sobre el puente en el año 1750 o la restauración de la escultura de San Vicente Ferrer por parte de José Puchol Rubio en 1773.
Durante la Guerra Civil, los casalicios fueron destruidos y posteriormente reelaborados por Carmelo Vicent Suria que realizaría una nueva escultura de San Vicente Ferrer e Ignacio Pinazo Martínez que construiría la de San Vicente Mártir.
La última reforma que experimentó la plataforma tuvo lugar en el año 1966 de la mano del ingeniero Alberto Oñate, tras los desperfectos originados por la riada del año 1957. En la actualidad, el Puente del Real, que conecta la plaza de Tetuán con el paseo de la Alameda, está formado por diez arcos escarzanos que le dan un aspecto más ornamental al estar destinado para conducir al Palacio del Real.
Puente de la Exposición
El primer puente que ocupó esta localización fue el inaugurado el 22 de mayo de 1909, con motivo de la celebración de la Exposición Regional Valenciana, acontecimiento que sirvió para bautizarlo.
En un primer momento se trató de un estético puente de hormigón armado construido por el ingeniero José Aubán, el primero en construirse de esta forma en la ciudad, pero, como muchos otros, fue totalmente destruido tras la riada del año 1957.
Entre el año 1991 y 1995, la pasarela que fue colocada para sustituir el antiguo puente, fue intercambiada por el puente como hoy en día se conoce, el cual es obra del arquitecto valenciano, Santiago Calatrava, y que es conocido popularmente como el Puente de la Peineta.
Esta plataforma que une la plaza Porta del Mar con el paseo de la Alameda, está elaborada a base de acero y pintado de blanco, al igual que todos los levantados en época contemporánea. Además, el Puente de la Exposición cuenta con un único arco situado a los pies del mismo y con una inmensa viga que dibuja una curva de un lado a otro del Cauce del Río Turia.
Puente de las Flores
El Puente de las Flores fue edificado ante la necesidad de establecer un punto de unión entre las dos orillas del Cauce del Río mientras se volvía a construir el Puente de la Exposición.
El Puente de las Flores recibe este nombre por la colorida gama de plantas que decoran la plataforma, y que fueron colocadas como tributo al himno de València, en el que se dice que “València es tierra de flores”
La plataforma que conecta la plaza de América con el paseo de la Alameda fue abierta al público en el año 2002. En el extremo del puente que sale de la plaza de América podemos observar una pequeña torre cilíndrica que constituía una toma de agua de la que los camiones cisterna se nutrían para después limpiar las calles.
Puente del Mar
La Junta de Murs i Valls de València se encargó de construir un puente de piedra sillar en esta ubicación, tras haber sido desolado el puente de mampostería o madera que se localizaba en el mismo lugar después de la riada del año 1589.
Esta plataforma fue levantada siendo virrey Don Francisco de Sandoval y Rojas, el posterior Duque de Lerma. La plataforma recibe el nombre de Puente del Mar porque se encuentra en el recorrido natural hacía el Puerto de València, desde donde llegaban a la ciudad todas las mercancías provenientes del mar.
Este puente conecta el paseo de la Alameda y la plaza de América y fue obra del cantero de Xàtiva, Francisco Figuerola. El mismo autor del puente será el encargado de elaborar también un casilicio que sería exhibido en la misma plataforma y donde se podía identificar una cruz y las figuras de San Vicente Ferrer, San Vicente Mártir y San Juan Bautista.
En 1709 la cruz fue sustituida por una imagen de la Virgen de los Desamparados elaborada por Francisco Vergara el Mayor, después de que un rayo destruyera parte del templete.
Anteriormente, en el año 1677, se procedió a la colocación de un segundo templete que rendía tributo a San Pascual Bailón enfrente del primero. Después de que la riada del 24 de octubre de 1776 destruyera, en este caso, ambos casilicios, la Fábrica Nueva del Río mandó reconstruir la imagen de San Pascual y la figura de la Virgen de los Desamparados, siendo el escultor Francisco Sanchis el encargado de ejecutar dichos encargados.
Está dinámica de destrucción-reconstrucción será la tónica dominante a lo largo de todas las riadas que acontecieron, teniendo que ser reconstruidos también los casilicios en cada uno de los casos.
Las imágenes que se pueden contemplar en los casilicios actualmente son obra del escultor castellonense José Ortells López, en el caso de la escultura de San Pascual Bailón, y de Vicente Navarro Romero, en el caso de la figura de la Virgen de los Desamparados, realizadas en 1943 y 1946 respectivamente.
El Puente del Mar se convirtió en peatonal entre 1933 y 1935 cuando Javier Goerlich Lleó construyó las dos grandes escalinatas que observamos a cada uno de los lados de la plataforma.
Puente de Aragón
El Puente de Aragón, que une la Gran Vía Marqués del Turia con la plaza de Zaragoza, recibe este nombre porque antiguamente existía una estación de ferrocarril a la que este puente daba acceso y que se utilizaba para realizar viajes hacia la región de Aragón.
La plataforma, que fue edificada de la mano de Arturo Monfort, José María Burguera y Gabriel Leyda, se empezó a levantar en 1926 y se terminó en 1933. Este puente de carácter racionalista, cuenta con seis semicírculos en forma de parábola que le confieren un aire pomposo y refinado.
Elaborado a base de hormigón armado, el puente luce cuatro figuras alegóricas del año 1933 del escultor valenciano José Terencio Farré. En la orilla de la Gran Vía Marqués del Turia estas esculturas retratan a La Fama o Sabiduría y al Labrador y, en el lado de la plaza de Zaragoza, al Marinero o Pescador y a la Mujer Valenciana o a València. Estas figuras tuvieron que ser reacondicionadas por el escultor Jesús Castelló Mollar debido a que se encontraban totalmente destrozadas.
Puente del Ángel Custodio
El puente del Ángel Custodio sirve de conexión entre la avenida de Peris y Valero y la avenida de Eduardo Boscá. La plataforma es una obra del ingeniero municipal Arturo Piera realizada entre 1941 y 1948.
Recibe este nombre porque la santa figura del Ángel Custodio tuvo una de sus manifestaciones más explicitas en el territorio de la ciudad de València, por lo que el puente adquiere esta denominación como tributo al mismo.
Durante la riada del año 1957, el puente se vio gravemente afectado, teniendo que ser reformado diez años después, en 1967. Esta reconstrucción se llevó a cabo utilizando hormigón armado. El puente cuenta con seis soportes de piedra que sirven de soporte a la plataforma.
En referencia a su aspecto, lo que más destaca son sus farolas de hierro fundido de un preponderante carácter francés del siglo XIX.
Puente del Reino
El puente del Reino enlaza la avenida del Reino de València, la cual da nombre a esta plataforma, con la avenida de Francia. Fue construido por el ingeniero catedrático de la Universidad Politécnica de València, Salvador Monleón Cremades y se abrió al público el 1 de diciembre de 1999. Cuenta con una longitud de 220 metros, constituyéndose como el puente más largo de la ciudad.
Pero si hay algo que diferencie a esta plataforma de las demás que atraviesan el Cauce del Río Turia, eso es las características figuras que podemos contemplar en cada uno de los lados del puente, que reciben el nombre de “los guardianes alados del puente”.
Se trata de cuatro esculturas realizadas en bronce de estilo gótico obra del escultor de Onteniente, Joan Martí, que representan al ángel caído con alas de águila y cabeza de felino. Este puente es iluminado mediante farolas de carácter art-decó.
Puente de Monteolivete
El Puente de Monteolivete, bautizado de esta forma por ser esta la barriada en la que se encuentra ubicada dicha plataforma, se encarga de unir la plaza de Europa con la avenida Instituto Obrero de València.
Este puente es una creación del arquitecto valenciano, Santiago Calatrava, y del ingeniero, Fernández Ordóñez, que fue inaugurado en el año 2007.
Este enlace verdaderamente está formado por dos plataformas, la primera de ellas es la más estilizada de todas las que seccionan el Turia, gracias al imponente arco que la cruza y, la segunda, se encuentra perfectamente integrada gracias a un muro-escalera, y está conformada por curvas en forma de parábola sobre pilares rectangulares de hormigón.
En la boca del puente se puede observar una columna de piedra caliza de tipo romana, que fue un regalo que hizo el arquitecto Calatrava a la ciudad que lo vio nacer, con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI. Esta columna, que está ubicada en el mismo lugar donde se colocó el Altar desde el cual el Papa dio misa el 9 de julio de 2006, fue creada por el escultor Jesús Castelló a partir de piedra caliza extraída de las canteras de Canals.
Puente del Azud de Oro
El Puente del Azud de Oro, que sirve de enlace entre la autovía del Saler y la avenida de Francia, recibe este nombre como homenaje al tipo de estructuras que se utilizaban para alzar el nivel del agua del rio para posteriormente poder regar las huertas de València, ya que el Azud debe entenderse como una construcción dirigida a cumplir esta meta.
Esta plataforma fue construida entre 2004 y 2008 de la mano del arquitecto de Benimámet , Santiago Calatrava. Su inauguración se produjo el 11 de diciembre de 2008. El puente elaborado con hormigón blanco y acero cuenta con un mástil curvado unido a 29 cables que recrean la forma de un arpa. Debido a su altura de más de 125 metros, esta estructura se consolida como la más alta de toda la ciudad de València.
Este puente se encuentra localizado en una posición idílica ya que está ubicado junto a, posiblemente, el conjunto de edificios más representativos de la ciudad valenciana, como son la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el Oceanográfico.