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Esto trajo durante un periodo corto de tiempo una gran efervescencia a las calles y a la vida institucional de la capital del Turia, aunque el contexto bélico también provocó que las infraestructuras fueran acondicionadas para el mismo, lo cual trajo consigo la construcción de refugios antiaéreos.
La finalidad de estas construcciones era la de dar cobijo a la población civil de la ciudad. De esta forma, se aprovecharon tanto edificios públicos, como es el caso de los colegios, como edificios de titularidad privada para construir estos fortines subterráneos. Condicionados por la fisionomía de los edificios, ya fueran inmuebles públicos o privados, los refugios solían construirse de dos formas: abovedados o adintelados.
La encarga de todo lo relativo a la construcción de estos refugios fue la Junta de Defensa Pasiva, fundada el 22 de junio del año 1937 por el Ministerio de Defensa, mientras Juan Negrín ejercía el puesto de jefe de Estado o presidente de la República, en el momento en el que el Gobierno estaba asentado en la capital valenciana.
Para la construcción de los fortines se llegó a publicar un folleto donde se proporcionaban las instrucciones necesarias para el levantamiento de los refugios y donde se recogían todas las características necesarias que debían de tener los mismos. Tanto en el modelo abovedado como en el modelo adintelado, la clave era la escasa profundidad donde se construían y la utilización del hormigón armado para conseguir un aislamiento que diera protección a los que se escondieran en él. La Junta de Defensa Pasiva de la ciudad llegó a edificar un total de 41 refugios de uso totalmente público.
València recibió el primer bombardeo durante la Guerra Civil española el 12 de enero del año 1937. En total, serían más de 440 los bombardeos que recibiría la ciudad desde aquel día de enero del 37 hasta el 1 de abril de 1939, cuando concluyó el conflicto armado. La mayoría de estos ataques fueron llevados a cabo por la marina y la aviación italiana que, bajo el mando de Mussolini, no tardo en prestar su ayuda al bando nacionalista. Tras las ofensivas, la ciudad de València sufrió unos notables desperfectos que se materializaron en más de 900 edificios destruidos, alrededor de 3000 heridos y unos 800 muertos en un periodo corto de tiempo de 2 años.
Actualmente, a pesar de que se conservan pocos de ellos, hay algunos que no solo soportaron los bombardeos del ejército italiano, sino que actualmente todavía se mantienen en pie y están abiertos a todo aquel que desee visitarlos para así poder imaginar lo que se vivió entre aquellas paredes durante la Guerra Civil Española.
El refugio antiaéreo del Ayuntamiento de València
Como hemos mencionado anteriormente, en este caso el refugio del Ayuntamiento de Valencia fue construido en el año 1938 sobre un antiguo centro educativo que se encontraba ubicado en uno de los laterales del mismo edificio del ayuntamiento, concretamente en el lugar donde estaba la Casa de la Enseñanza.
Este fortín que fue levantado para albergar hasta a 700 niños posee dos entradas constituidas por dos escaleras simétricas, mientras que en el interior se expanden cinco naves techadas con una bóveda rebajada de hormigón. Cada una de estas naves contaba con unos bancos que recorrían de un lado a otro las naves para que los pequeños pudieran esperar sentados a que finalizasen las ofensivas nacionales.
Durante los años 50 sufrió las primeras modificaciones para construir una cochera sobre el lugar donde encontraba el refugio. Posteriormente, en la década de los 60 empezó a ser utilizado como almacén de documentos, lo que provocó la supresión de algunos de sus elementos característicos como es el caso de los bancos corridos. Por otro lado, también se le añadió un pavimento de baldosas hidráulicas y se picaron las paredes, además de que también se alteró su apariencia originaria al separar cada una de estas naves a través de puertas.
Más en la actualidad, en el año 2016, la Concejalía de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales decidió poner en marcha los trámites necesarios para llevar a cabo una reconstrucción que sirviera para recordar cuál fue su verdadero origen. Para ello, en la reforma se introdujo una musealización con paneles informativos donde se exponía cuál era el cometido de este espacio.
Horario de visita del refugio antiaéreo del Ayuntamiento de València
Para poder visitar el refugio es necesario realizar una reserva previa a través del número 962 081 390.
De martes a viernes de 10 a 14 horas y de 15 a 19 horas
Sábados de 10 a 14 horas.
Para realizar una visita guiada el coste será de 3 euros por persona y la reserva se hará a través del número 695 500 290 o en el correo reservavisitas@didacultural.com.
Cómo llegar al refugio antiaéreo del Ayuntamiento de València
Los que deseen visitar el refugio antiaéreo podrán hacerlo desplazándose hasta la parada de bus de Plaza del Ayuntamiento – Barques usando las líneas 6, 8, 9, 10, 11, 32, 70, 71, 81. Por su lado, los que prefieran utilizar el sistema público de metro podrán hacerlo desplazándose hasta la parada de Xàtiva usando las líneas 3, 5 y 9.
El refugio antiaéreo de la Falla Ripalda – Sogueros
Este fortín ubicado en la calle Alta del barrio del Carmen fue construido bajo la tierra de un solar y cuenta con una dimensión de 362 metro cuadrados que servían para dar cabida a un total de 600 personas. Su ubicación es fácilmente detectable ya que la fachada exterior del edificio aún mantiene el característico letrero de “REFUGIO” escrito en la tipografía diseñada por el artista de art déco, Josep Renau, un señal fácilmente identificable incluso para los que en la época todavía no sabían leer. Además, dos flechas ubicadas a cada lado del letrero señalaban donde se situaban las entradas al refugio para que la población civil no tuviera problemas de encontrar estos accesos mientras sonaban las sirenas que advertían de los bombardeos franquistas.
Las entradas estaban construidas lo más alejadas posibles la una de la otra ya que de esta forma se evitaba el riesgo de que las dos se derrumbasen al mismo tiempo por el impacto de un proyectil. De la misma forma, estos accesos se levantaron en forma de codo para que si un proyectil explotaba justo delante de una de las puertas la metralla de este no pudiera introducirse en el fortín hiriendo así a los que se refugiaban en él.
De este antiguo refugio se han podido conservar los bancos laterales además del suelo, aunque hay que señalar que la distribución original ha sido levemente modificada.
Esto se debe a que, en la actualidad, este espacio es aprovechado por una comisión fallera, la Falla Sogueros – Ripalda. Esta comisión se ganó el derecho de dar uso a este espacio tras la gran riada que sufrió València en el año 1957. Aunque el refugio sigue siendo propiedad del ayuntamiento, en la práctica es esta comisión la que hace uso del mismo dado a que así se acordó después de que la falla se ofreciera a encargarse de su rehabilitación tras los desperfectos que había sufrido durante esta catástrofe que asoló la ciudad.
Horario de visita del refugio antiaéreo de la Falla Ripalda – Sogueros
Como hemos mencionado, a pesar de que el ayuntamiento tiene la titularidad de este espacio, es la comisión fallera de Ripalda – Sogueros la que hace uso de él. Esto no implica que su visita esté cerrada al público, ya que los falleros reciben a los visitantes con los brazos abiertos, debido a que son conscientes de que el refugio forma parte del patrimonio cultural de la ciudad, pero condiciona el hecho de que solo puede ser visitada cuando alguien de la comisión esté allí.
Cómo llegar al refugio antiaéreo de la Falla Ripalda – Sogueros
Los que deseen visitar este refugio podrán hacerlo desplazándose hasta la parada de autobús de la Plaza de la Reina usando las líneas 4, 8, 9, 11, 16, 28, 70 y 71. Mientras que los que deseen utilizar el sistema público de metro podrán hacerlo desplazándose hasta la parada de Túria usando las líneas 1 y 2.
El refugio antiaéreo de la calle Serranos
Este refugio antiaéreo se encuentra localizado en el número 25 de la calle Serranos, situada en el barrio del Carmen de València. Este fortín, que fue edificado el 22 de junio de año 1937, se levantó siguiendo el esquema de un refugio adintelado de planta alargada soportado por fuertes columnas rectangulares.
En este caso sí que se han podido conservar los bancos corridos que se encontraban en las paredes y alrededor de estos pilares. Posee dos entradas, una con salida en la calle Serranos, donde se conserva en perfecto estado el letrero que advertía de que allí había un refugio antiaéreo, y otro acceso ubicado en la calle Palomino. A pesar de que no se sabe a ciencia cierta, se ha estipulado que fue construido para dar cobijo a unas 400 personas.
El refugio de la calle Serranos cuenta con 3 naves separadas entre sí por dos conjuntos de pilares de hormigón que sirven de soporte a una cubierta adintelada de un grosor muy considerable, de más de 1,50 metros de hormigón. En el techo y en las paredes de la sala se abren unos agujeros que servían para captar y extraer el oxigeno de la sala. Además, como la gran parte de estos espacios, este también contaba con un baño aunque, debido al paso del tiempo y al deterioro sufrido, estos elementos originales acabaron desapareciendo pero, gracias al estudio arqueológico llevado a cabo, actualmente se ha podido realizar la reconstrucción de su aspecto original.
Cuando concluyó la Guerra Civil española, llegó a ser utilizado como un almacén de plátanos e, incluso, al igual que el refugio de la calle Alta, este también fue utilizado como casal fallero por parte de la comisión de la Santa Cruz, quien pintó los bancos y realizó algunas reformas en el mismo.
A pesar de que fuera reconocido como Bien de Relevancia Local, el refugio pasó muchos años en el olvido ante la falta de iniciativa de la administración pública para rehabilitarlo y darle la importancia que tiene en consonancia con el título que se le proporcionó.
Finalmente, gracias a la reforma puesta en marcha a través de la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales, el 13 de abril del año 2018 el refugio fue abierto a las visitas del público tras un largo periodo de reconstrucción en el que hubo que retirar escombros, cambiar las puertas debido a su deterioro e, incluso, realizar un estudio arqueológico para determinar cuáles eran los materiales y colores originales que se utilizaron para decorarlo.
Horario de visita del refugio antiaéreo de la calle Serranos
Para poder realizar la visita del refugio es necesario realizar una reserva en el número 962 081 390 en el horario de:
Martes a viernes de 10 a 14 horas y de 15 a 19 horas.
Sábados de 10 a 14 horas.
Mientras que el horario de las visitas al refugio son las siguientes:
Martes a las 10, a las 12, a las 16 y las 17 horas.
Sábados a las 10 y a las 12 horas.
Todas las visitas serán guiadas y gratuitas.
Cómo llegar al refugio antiaéreo de la calle Serranos
Los que deseen visitar el refugio antiaéreo de la calle Serranos podrán hacerlo desplazándose usando el sistema público de autobús hasta la parada de Comte de Trénor – Pont de Fusta con las líneas 6, 11, 16, 26, 80 y 94. Mientras que los que prefieran utilizar el tranvía podrán desplazarse hasta la parada de Pont de Fusta usando la línea 4.