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La cripta de San Vicente Mártir está ubicada en el centro de la capital valenciana, y acercarse hasta ella supone una muy buena ocasión para aprovechar y visitar los lugares de interés que podemos encontrar en las cercanías de la cripta, como pueden ser la Plaza de la Virgen, la Plaza de la Reina, la Catedral de València, el museo de la ciudad, la Basílica de la Virgen de los Desamparados, los Baños del Almirante, el Palau de la Generalitat, el Museo de la Almoina o el Mercado de Tapinería. La cripta arqueológica fue levantada con una fábrica mixta de sillería y mampostería, un procedimiento en el que se unen las piedras con argamasa.
Una de las cosas que llama la atención del acabado exterior de la cripta de San Vicente es que se han empleado encantados de mortero para señalar los sillares. Por otro lado, es posible que en el pasado este edificio dispusiera de una segunda planta, que estuviera cubierto por un techo de forma curva, y que se añadieran espacios en forma de arco, denominados arcosolios, a los pies de la construcción para compensar el peso de la cubierta, los cuales probablemente se utilizaron como capilla para disponer de sarcófagos.
El crucero de la cripta está separado de la nave y de la zona del altar por una doble línea de canceles, tallados en piedra caliza y sostenidos por barroterras de mármol. En medio del crucero se encontró una tumba, dentro de la cual se hallaron los restos mortales de un hombre de edad madura. En relación a esto, según la posición de los huesos y las características de los mismos, se presupone que los restos de este individuo fueron enterrados en un primer lugar y, posteriormente, fueron exhumados y trasladados hasta este sarcófago.
Actualmente, este edificio alberga la capilla de la cripta de San Vicente Mártir que se construyó sobre el lugar en el que, según cuenta la leyenda, se ubicaba una de las cárceles donde fue encerrado San Vicente Mártir en el siglo IV. Esta construcción perteneció a la casa del Chantre hasta la desamortización del año 1853.
Esta capilla de la cripta cuenta con un acceso formado por un arco de medio punto custodiado por dos columnas adosadas de estilo toscano que sirven de soporte para un entablamento de metopas y triglifos. En la parte superior de este arco podemos observar una pequeña figura de San Vicente Mártir obra de 1998 del escultor valenciano Rafael Orellano.
A día de hoy, la capilla de la cripta es un espacio divido en dos estancias por un arco apuntado. Al final de este habitáculo, encontramos un altar y un panel frontal de “socarrats” que representa una escena del martirio de San Vicente Mártir, una pieza elaborada por Lola Miralles y Antonio Tomás.
La imagen que observamos en este panel frontal también puede ser contemplada en el primer tramo del techado de la capilla de la cripta, una representación del martirio que sufrió el santo muy conocida y representada a lo largo de la historia. En esta imagen, San Vicente Mártir está atado a un potro mientras le clavan unos garfios para romper su piel a tiras.
Por otro lado, en la clave del segundo tramo, el santo es representado siendo escoltado por unas aves carroñeras para evitar que su cuerpo fuese devorado por otros seres vivos.
Historia de la cripta de San Vicente
La cripta de San Vicente de València perduró a lo largo de los años desde su construcción en el siglo VI, viéndose expuesta a una serie de transformaciones a lo largo de la historia. En época islámica, la cripta arqueológica fue adaptada para convertirse en los baños del recinto palatino musulmán.
Posteriormente, a principios del siglo XI se realizó una modificación considerable del conjunto y, posiblemente, en esta época también se produjo la demolición de sus partes principales, conocida gracias al estrato de derrumbe percibido en las excavaciones realizadas en la zona, donde se encontraron un gran número de piezas de cerámica y de objetos suntuarios, de los cuales algunos pueden contemplarse en la misma cripta arqueológica.
Después de la conquista cristiana en torno al año 1238, Jaume I ordenó construir una capilla dedicada a San Vicente Mártir, ya que todavía se conservaba recuerdos de la relación del santo con este espacio. Una capilla de la cripta que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días y que es conocida como la Cárcel de San Vicente Mártir.
Se tiene en conocimiento que, dicha capilla dedicada al santo, existía desde el siglo XIV y que, en el año 1427 se edificó una capilla de nueva planta que es la que finalmente ha perdurado en el tiempo y la que ha llegado hasta nuestros días después de haber experimentado varias remodelaciones, no todas ellas materializadas con el mismo acierto. En el año 1970 se llevó a cabo la remodelación completa de la capilla de la cripta, que fue realizada por el arquitecto municipal Emilio Rieta López.
La cripta arqueológica era parte del conjunto episcopal, formado por la catedral, la cuña, una iglesia junto a ésta, un posible baptisterio, otra capilla idéntica a la estudiada y una extensa necrópolis. Además, es muy probable que, antiguamente, este edificio estuviera conectado con la catedral.
La excavación arqueológica de la cripta de San Vicente se empezó en el año 1998 de la mano del SIAM, el departamento municipal de arqueología dependiente del Servicio de Patrimonio Histórico, con motivo de la demolición del inmueble que envolvía la conocida como la Cárcel de San Vicente.
Información útil y horarios
Tras toda una vida de historia, la cripta de San Vicente se ha convertido en un museo en el que se puede hacer un recorrido de la historia de la ciudad, utilizando la figura del santo como hilo conductor y gracias a un audiovisual que narra la historia del edificio.
-Horarios:
De lunes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 15.00 a 19.00 horas
Domingos y festivos de 10.00 a 14.00 horas
-Tarifas:
Entrada individual: 2 euros
Domingos y festivos: gratuito
Cómo llegar a la cripta arqueológica de la Cárcel de San Vicente Mártir
Los que decidan acercarse al museo de la cripta de San Vicente podrán hacerlo utilizando las líneas 3, 5, 7 y 9 de metro para desplazarse hasta la parada de Colón o, si prefieren emplear el servicio público de autobús, podrán coger las líneas 5, 6, 11, 16, 26, 28, 80, 94, 95 hasta la parada de Poeta Llorente-Temple, o las líneas 4, 8, 9, 11, 16, 28, 70, 71 hasta la parada de EMT situada en la Plaza de la Virgen.