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El sector turístico hotelero y la banca viven un noviazgo interesante. Y es que la economía turística, como se denomina a todo el fenómeno socio-económico que se general alrededor del turismo, es uno de los sectores de actividad que más interesan a la banca española, en cuanto a inversiones y a financiación.
Prueba de esta buena relación, es la presencia por primera vez de un alto directivo de la banca española en Benidorm, y en concreto para asistir a la Asamblea General de Hosbec. Eduardo Ozaíta, director general de Bankinter se desplazó la pasada semana a Benidorm para confirmar ante la reunión más importante de empresarios hoteleros en la Comunidad Valenciana la apuesta de la banca por las inversiones y financiación de las empresas hoteleras.
Ozaíta reconoció que ha sido el turismo, junto con la automoción y la industria agroalimentaria, los tres sectores que han tirado de la economía española durante la crisis económica, y los que también están empujando de forma importante el crecimiento económico en los dos últimos años.
Por ello, la banca está mejorando sus posiciones en el sector teniendo a los hoteleros como clientes preferentes y dedicando importantes recursos económicos a la financiación de toda la modernización de la planta hotelera así como la construcción de nuevos recursos turísticos.
En concreto, Bankinter tiene una inversión cercana a los 850 millones de euros en el sector con más de 1.800 clientes entre los empresarios hoteleros en el conjunto de España.
Además, están adaptando sus productos financieros a la dinámica del sector, como atender a aquellas empresas que han optado por la internacionalización con productos multidivisas y servicios de ayuda a la exportación y otros relacionados con el apoyo financiero de las actividades internacionales de los clientes del banco, para atender actividades empresariales tanto en territorios con pago en euros, como territorios con pago en dólares como es el Caribe. También se han especializado en productos que atienden a la estacionalidad de la actividad de forma que se tenga en cuenta que muchas empresas hoteleras no disponen de actividad o es muy residual durante 4 o 5 meses al año de invierno, lo que mejora la gestión de tesorería en temporada baja y así poder hacer frente a los desfases de cobros y pagos debido a la inactividad del sector.
La banca también está fijando posiciones en cuanto a banca de inversión: han fijado objetivos en cuanto a la intermediación de compraventa de hoteles, con mandatos expresos de compra por parte de clientes y fondos de inversión.
Aunque puede haber elementos de incertidumbre como el Brexit o la situación de los destinos del norte de Africa, Egipto o Turquía, lo cierto es que desde el sector financiero se tiene a 2017 como el año del turismo, en el que las buenas perspectivas "es posible que se queden cortas".